Dos comedores, uno de ellos exteriores, cafetería con terraza y bar de tapas para degustar nuestros mejores platos
Bajando las escaleras de entrada al hostal encontramos los dos comedores. El primero de ellos está presidido por una gran chimenea y decorado con objetos antiguos típicos de la zona (aperos de labranza, utensilios de cocina, etc…), lo que da un toque rústico y tradicional a la amplia sala. Es como una antigua posada. Desde este primer comedor accedemos al segundo, una estancia realmente espectacular con vistas al valle del Segura. Amplios ventanales cubren una de las paredes.