CASTILLO: Situado en el centro de la población, es una antigua fortaleza islámica, del siglo XI, ampliada y modificada en los siglos posteriores. En la segunda mitad del siglo XIV fue restaurado para reformar sus elementos defensivos exteriores y la torre del homenaje, en cuya puerta de acceso se sitúan los escudos en piedra de la Orden de Santiago y de la familia Figueroa, que en aquella época lideraba el maestrazgo de la Orden.
En los primeros años del siglo XVI el comendador D. Rodrigo Manrique adaptó la fortaleza a formas de vida más cortesanas, dotándola de un patio de armas columnado y de amplias dependencias de las que se conservan algunos corredores interiores y una ventana de estilo gótico que presidía el salón principal del castillo. Toda la fortaleza se encontraba almenada y techada, siendo los tejados uno de los elementos arquitectónicos más típicos de este monumento y el característico de todos los castillos santiaguistas de la Sierra del Segura.
Sirvió de residencia de los comendadores de la Orden de Santiago desde el siglo XIII hasta el XVI. Una de las familias más destacadas fue la familia Manrique, que controló la encomienda durante casi todo el siglo XV.
Actualmente en el Patio de Armas del Castillo se encuentra un Centro de Interpretación Medieval “Vivir en la frontera”, recopilación de la historia medieval divulgada a través de un documental y un Museo. En las salas que fueron dependencias de los comendadores, hoy podemos trasladarnos la época medieval a través del Museo, dividido en tres salas: Sala de la Encomienda, Sala mixta: musulmana y cristiana y Sala de de Armas donde diferentes maquetas, cuadros, armas y vestimenta nos transladan a la época.
PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN: El conjunto arquitectónico está formado por dos naves que se unen en forma de T y que corresponden a dos periodos distintos de construcción del templo. Una parte corresponde a la iglesia primera, cuya construcción se inició a finales del siglo XV y se realizó en un estilo gótico. La segunda parte fue construida perpendicularmente a la primera, con una portada de estilo renacentista.
Este templo gótico fue el primer edificio de este estilo construido en la comarca y presenta un aspecto externo muy compacto y cerrado similar al de las fortificaciones de la zona.
Destaca la capilla de San Martín y Santa María Magdalena, construida en el siglo XVI por deseo de D. Martín Pérez de Ayala, que fue arzobispo de Valencia. En el interior hay un magnífico retablo de estilo barroco, de autor desconocido y fechado en los últimos años del siglo XVII, con columnas salomónicas y con una esplendoroso decoración vegetal; la imagen que lo preside es una escultura de la Dolorosa realizada por el escultor murciano Francisco Salzillo entre 1773 y 1774 que procede del Convento de los franciscanos de Yeste.
Esta segunda planta se inicio en la década de 1540 y quedo concluida en 1560 aunque las actuales bóvedas y techumbre, junto con el campanario, no se finalizaron hasta 1739.
CONVENTO FRANCISCANO: El establecimiento de una comunidad de Franciscanos Descalzos en Yeste fue aprobado por rey Felipe III en el año 1618 su construcción se realizó en los años siguientes bajo la protección y patronato de los condestables de Castilla, que contribuyeron en adquisición de huertos y solares para la construcción del convento.
Este convento de Frailes Franciscanos Descalzos se integró en las provincia de San Pedro Alcántara del reino de Granada y se constituyó en un importante centro cultural durante los siglos XVII y XVIII, destacando los encargos pictóricos a Pedro de Orrente y la escultura de la Dolorosa de Francisco Salcillo entre 1773 y 1774.
En 1619 comenzaron los acuerdos para llevar a cabo la edificación del convento y terminaron de edificarlo en 1629. En 1928 quedaba todavía por construir parte de la iglesia, retablos, claustro y enfermería, contribuyendo dos vecinos de la villa con limosnas y el concejo con mil quinientos pinos para su conclusión.
El claustro constituye una pieza de singular belleza artística y se trata de uno de los claustros de fundaciones franciscanas mejor conservados de la provincia de Albacete.
Cabe destacar en el algunas esculturas de San José y el Niño , San Fernando, San Cristóbal y Santa Teresa.